¿CUÁNDO FUE LA ÚLTIMA VEZ QUE REALMENTE DESCANSASTE?

El descanso constituye la arista principal del autocuidado. No se trata únicamente de dormir, sino de permitirle al cuerpo y a la mente un espacio real de recuperación, reparación y equilibrio. En el descanso se regeneran nuestras energías, se fortalece el sistema inmunológico y se aquietan las emociones, brindándonos la claridad y la fuerza necesarias para seguir adelante. Descansar, en su sentido más profundo, es un acto de respeto hacia uno mismo y una de las formas más auténticas de sanar.